
Aquella colcha verde desvaída
sobre las sábanas, ásperas y recias
tu cuerpo en mi cama del Studentenheim
Mañanas de Agosto en que me ofrecías
desayunos de té y melocotones
a la luz indecisa del sol alemán
Bávara y morena, pálida y delgada
de ojos grises y un nombre de seda
sedienta de amor, de tu andadura al alba
Me enseñaste a escuchar del ruiseñor
el canto nocturno en los jardines
del castillo, a seguir de Hölderlin
los pasos en el bosque del Odenwald
a perder mi corazón en Heidelberg
cumpliendo los augurios de una postal
Abrazados sobre el césped del río
regalándonos promesas inviables
que al abrir las esclusas se alejaban
siguiendo a los barcos, camino del mar
verano dulce, como melocotones
süsse Silke da bist du noch in meinem Herz.
sobre las sábanas, ásperas y recias
tu cuerpo en mi cama del Studentenheim
Mañanas de Agosto en que me ofrecías
desayunos de té y melocotones
a la luz indecisa del sol alemán
Bávara y morena, pálida y delgada
de ojos grises y un nombre de seda
sedienta de amor, de tu andadura al alba
Me enseñaste a escuchar del ruiseñor
el canto nocturno en los jardines
del castillo, a seguir de Hölderlin
los pasos en el bosque del Odenwald
a perder mi corazón en Heidelberg
cumpliendo los augurios de una postal
Abrazados sobre el césped del río
regalándonos promesas inviables
que al abrir las esclusas se alejaban
siguiendo a los barcos, camino del mar
verano dulce, como melocotones
süsse Silke da bist du noch in meinem Herz.