
Atrás, detente, no te acerques más
cruel primavera
Por qué quieres precipitarte sobre nosotros
amantes sin objeto
No ves que adormecido
nuestro vacío se refugia bajo las nubes grises
se cobija nuestro dolor aletargado
lejos de la luz vitificante del sol nuevo
Atrás, aguarda, no tengas prisa
nuestras heridas no se han curado
no ha vuelto el embeleso
y por momentos crece el temor
nuestra esperanza comparte el suelo con las larvas
Primavera cruel, déjanos en paz
que el cielo cubierto nos arrope
que el frio envuelva nuestro vagar desubicado
Por qué amanece el sol
por qué florecen tan pronto los cerezos
si en mi interior, sigo velando, yerto,
el cadaver aún tibio de mi hermoso amor.