SINBAD EN EL SIGLO XXI


Flotando inestable, inseguro del rumbo
porque el mar, como el río, nunca es el mismo,
Reaprendiendo cada día a navegar
tu suelo impermanente como el amor
fugaz, como los olores cambiantes
que el viento arrasta desde tierra
And the pain? Never mind the pain!
si es parte de la esencia que te mueve.


Sinbad del siglo veintiuno
buscando entre tormentas
puertos antiguos y otros que nunca habías hollado
los placeres pasajeros
el amor encubierto en el deseo
los frutos de la noche
apúralos y no te ates a ellos
la vigilia ebria que aplaca las heridas
entrégate ahora, al amanecer zarparemos.

A MALCOM SLESSER


A LA MEMORIA DE MALCOM SLESSER, PROFESOR DE ENERGÍAS, MARINERO, MONTAÑERO Y FILÓSOFO DE MESA DE VINO, MUERTO EL 26 DE JUNIO DE 2007, A LOS 82 AÑOS, EN LAS MONTAÑAS DE ESCOCIA


Era alto
y con frecuencia su mente estaba muy arriba
con el high de sus propios logros
Tenía amigos, muchos amigos,
que había conocido en los lugares más elevados
No era fácil de tratar, según los días,
por eso sabías que no fingia si te llamaba amigo
Había vivido mucho
pero siguió viviendo con expectativa
esperando los frutos de cada nuevo día
Era todo un señor profesor
pero lo que le interesaba era escuchar lo que pensabas tú
Fue montañero
hasta su último día
Por eso se le permitió volar hacia su muerte
desde lo alto de las rocas
La amaba
y eso le hizo vivirla hasta la última gota
Abría otra botella de tinto en su patio escocés
y mirándote, sonriente y travieso,
te preguntaba
¿Entonces, tú no crees
que existe alguna alternativa para un mundo mejor?

Fare ye well Dear Malcom
Future men will see what it all comes to.

UNA TEMPORADA EN EL CIELO




Vacíos descansan
los frascos de perfume

lo que aguardaban
se volatilizó

Las toallas olvidaron
su doblez en el toallero

desasignadas cuelgan
de cualquier manera

Los cajones querrían
vomitar su contenido

revuelto e indigesto
perdida su función

Recuerdos de una temporada en el cielo
del que al cabo caímos

aunque era en buena parte
made in El Corte Inglés

Recuerdos de un tiempo dorado
si bien los tintes tenían algo que ver

Se volatiliza el perfume
y queda el frasco

estrecho en la cintura
como una mujer

Con el tiempo olvidé
el pin de la visa

los códigos de acceso
a aquel mundo de sonrisas profidén

Souvenirs impuros
de una temporada en el cielo

¿Cómo llegué a creer
que alcanzaría mis anhelos

que hallaría mis respuestas
en aquel edén?